domingo, 10 de agosto de 2008

EL GRAN JUEGO DE LOS LABERINTOS


Un laberinto lleno de caminos y posibilidades en los que la vida gira radicalmente.
Un camino pasado (el camino que acabamos de dejar pintadas nuestras huellas), un camino presente (punto clave en el que ahora nos encontramos parados) y muchos caminos futuros que decidir basados en el punto clave.
Siguiendo un camino y sin planearlo nos topamos de lleno con personas más perdidas que nosotros.
Caminos, caminos y más muros de piedra.
¿Cual es la circunstancia que nos lleva a perdernos por un camino?
¿Quién puede guiarnos por esos caminos de soledad si el mejor guía somos cada uno de nosotros en nuestro propio laberinto?
Una noche, un nuevo camino y una nueva historia que poder contar en nuestro libro gordo de petete.
Luces, sombras y la gente puede despistarse.
Caminos rodeados de barro y una sintonía que recorre nuestra cabeza.
Esa sintonía que nos acompaña por todo el camino.
Lo ve todo, cuando llegamos a los caminos sin salida, cuando salimos de ellos en busca de otra senda y se presenta en los momentos mas desesperados.
Sintonía de la vida que busca una mano o un bote salvavidas.
Las sintonías de algunas personas suenan a disco rayado, a disco inutil de arreglar...
Nuevos caminos, nuevas caras, nuevos llantos,...
Un nuevo laberinto y la historia se regenera.
Una nueva meta que conseguir, aunque para ello mis pies acaben llenos de ampoyas.
Esta vez subiré a las paredes de piedra si hace falta para lograr ver la salida. Esa salida con una cartel bien grande mostrando el final de todos los miedos y temores y el final de todos aquellos que me pusieron trampas y obstáculos.
El final de ese laberinto cada vez más cerca, lo veo a lo lejos, el camino tiene una luz aunque ahora la vea muy lejana.

1 comentario:

misartefaktos dijo...

Mientras se recorre un senderos y se bloquea, el reto es desistir o buscar uno nuevo. He hay el encanto de los laberintos.